CINE
ESPAÑOL
POR ANTONIO DE
SANTIAGO
SARA MONTIEL,
MONJA Y CANTANTE
Sarita recuerda a ECRAN con cariño como testimonia esta dedicatoria para la Revista sobre una escena en que aparece cantando en su película "Pecado de Amor".
Sara Montiel filma actualmente las últimas escenas
de estudio de su película “Pecado de Amor”. A continuación los equipos
marcharán a Grecia para rodar allí algunos exteriores, y posiblemente al Japón,
donde se daría la última vuelta de manivela de esta esperada producción en
color, que dirige Luís César Amadori.
PRESUPUESTO
ELEVADO: PELÍCULA COMERCIAL
Es la tercera vez que Amadori dirige a Sarita. Ya lo
había hecho antes en “La Violetera” y “Mi último tango”, demostrando
sobradamente que es el director que más la cuida y mayor provecho saca de las
cualidades de actriz y cantante que posee la gran estrella española. Antes de
esta demostración, Amadori era ya el realizador que más cobraba en España (no
sabemos cuánto, pero así es), y de Sara se sabe igualmente que es la artista
mejor pagada, pues se le adjudica la cifra de cinco millones de pesetas por
película. La consecuencia inmediata para el productor que contrata a ambos es
una elevación considerable en el consto de la película. Si además se traen figuras
extranjeras para hacer más internacional la producción, y se filma en color y
con derroche espléndido de toda clase de medios, el presupuesto resulta
indudablemente desorbitado para el nivel normal del cine español. Por eso se
admite, como lógico, que los productores se preocupen más que nada de lo
comercial del film. Y que ese espíritu influya incluso en la responsabilidad de
una estrella consciente como Sara, que no ha tenido inconveniente en declarar:
-Yo no hago mis películas pensando en
los festivales de cine, sino en el público, en los productores que han expuesto
su capital en ellas. Estoy de acuerdo en que las películas de hoy deben tener
dignidad artística. Pero eso ya lo intentamos nosotros, por nuestro propio
interés, puesto que el público, que es el que manda, exige una mínima calidad.
Sin embargo, dentro de ese afán por complacer al público, nuestra mayor
preocupación, la de todos los que cobramos del productor, es lograr que éste no
pierda su dinero. Porque si se arruina… ¡adiós!
Hacía tanto calor en el Estudio de "Pecado de Amor", que Sara Montiel se quitó las medias... y el maquillador le dibujó la línea imaginaria sobre sus lindas piernas. Observa, divertida, la estrellita italiana Alessandra Panaro, quien también actúa en el film.
Un beso apasionado de Sara Montiel y el norteamericano Reginald Kerman, en la película "Pecado de Amor".
Naturalmente “Pecado de Amor” es una película para
ganar muchos millones. Su argumento y guión, que han confeccionado el propio
Amadori y Jesús Arozamena, ofrecen al gran público las máximas concesiones. Un
auténtico novelón en el que no falta ninguno de los clásicos tópicos y resortes
efectivos del folletín: la monja, que antes había sido artista famosa, y que
confiesa su vida azarosa y desgraciada, en la que no falta tampoco la
sentimental, renuncia a una hija recién nacida, que luego verá mayor, con otros
padres, etc. El final, por lo visto, debe ser sensacional, pues no han querido
revelarlo por nada del mundo.
El “partenaire” de Sarita en esta película es el
norteamericano Reginald Kerman, un médico dentista radicado en París, que se ha
iniciado en el cine como compañero de Simone Signoret en “Les Mauvais Coups”, y
que en “Pecado de Amor” cumplirá, pues, la segunda labor interpretativa de su
nueva carrera. Es un hombre enjuto, como de cuarenta años, rubio, altísimo –dos
metros de estatura-, sencillo y cordial, que “pololea” en Madrid con la
secretaria de rodaje (script) que hace tiempo trajera Roger Vadim, cuando filmó
aquí con Brigitte Bardot, “Los Joyeros del Claro de Luna”. Los demás
intérpretes principales son: Alessandra Panaro, una bellísima estrellita
italiana, de físico muy parecido al de Cristina Kauffman; el joven galán
italiano Mario Girotti, y Rafael Alonso, Gerard Tichy, Francisco Bernal, Xandas
Bolas, etc.
"No ganará premios en Cannes, pero sí aplausos y dinero"... anticipa Sarita Montiel a propósito de su última película "Pecado de Amor", donde es monja y cantante. Aquí la vemos atendiendo a una alienada, en un asilo.
Una hermosa escena con Sarita Montiel en el convento, en el film "Pecado de Amor". (A la estrella se le puede escribir a San Bernardo 117, Madrid, España).
CANCIONES Y
ANÉCDOTAS
Nos cuenta Sara que, poco después de iniciado el
rodaje de esta película, se presentó en Madrid el distribuidor griego que había
presentado en Grecia y el Cercano Oriente “La Violetera” y “Carmen la de
Ronda”, logrando un gran negocio. El hombre venía a firmar anticipadamente la
distribución exclusiva de “Pecado de Amor” para aquellos países, lo cual le fue
concedido. E incluso le llevaron al Estudio para que presenciara la filmación y
conociera a la estrella. Pero esa tarde no correspondía filmar ninguna escena
musical, y el griego se asustó un poco:
-¿No
canta usted en esta película? –le preguntó a
Sara.
A lo que la artista, con ganas de broma, contestó,
fingiendo indiferencia.
-¿Cantar? No. ¿Para qué? Yo soy
actriz.
-¡Oh,
no! –exclamó, profundamente desilusionado, el
distribuidor-. Usted no puede hacer eso. Yo he comprado la película creyendo que
cantaría… Allí gustan mucho sus canciones…
-Bueno, hijo, no se ponga así –lo tranquilizó sonriendo-. Cantaré,
y mucho, e incluso una canción en griego. A ver, ¿qué le parece esto?
Y Sara cantó una bonita canción griega que será
incluida en la película, y que dejó al distribuidor helénico materialmente con
la boca abierta.
Algo sabíamos de la gran popularidad de Sarita
Montiel en los países del Medio Oriente. Pero los españoles somos un poco
incrédulos ante lo que nos cuentan de los éxitos de nuestros compatriotas en el
exterior, y mucha gente dudaba de este eco. Ahora, no obstante, este
corresponsal viene llegando de Grecia, Turquía y Tierra Santa y puede
certificar que esa gran fama es auténtica.
Yo he comprobado personalmente que Sara Montiel es,
en efecto, una de las más famosas estrellas mundiales en aquellos países. En la
capital griega, por ejemplo, entré en una tienda de discos para comprar una
grabación original de “Los Niños del Pireo”, y tan pronto como se dieron cuenta
de que era español dijeron: “Oh, a lo mejor conoce usted a Sara Montiel”, de la
cual estaban expuestos los discos de todas sus creaciones.
-Claro
que la conozco- dije. E incluso soy
amigo de ella. Y les puedo notificar que va a venir muy pronto a Atenas, para
hacer una película.
El revuelo que se armó a mi alrededor no es para ser
descrito. La venta se suspendió durante unos minutos, en los que dependientes y
público me hicieron con evidente curiosidad, muchas preguntas sobre la artista.
Al fin, por aquello de que “hay que mirar por el dinero del productor” –en este
caso el dueño del local- salimos de allí rápidamente, asombrados de la
popularidad de nuestra ilustre manchega y pensando en el recibimiento que le
van a tributar los griegos.
Sarita Montiel canta en un cabaret para el film "Pecado de Amor".
Bellísima, Sarita Montiel aparece junto al joven galán italiano Mario Girotti, en "Pecado de Amor". La próxima película de Sarita, bajo la dirección de Balcázar empezará a filmarse en el mes de diciembre, en Barcelona. Sera de época -año 1830- y Sarita tendrá de compañero al francés Maurice Ronet.
PROYECTOS Y
REALIDADES
-¿Cuándo finaliza el rodaje de “Pecado de Amor”?
–preguntamos a Sara.
-Yo termino este mes, creo.
-¿Y estás satisfecha?
-Mucho. Va a ser una bonita película.
Que no irá a Cannes, desde luego, pero va a gustar una enormidad al público.
-¿Algún proyecto a la vista, Sarita?
-Más que proyecto: una estupenda
realidad. Hoy, 21 de septiembre de 1.961, firmé el contrato más fabuloso de mi
vida. Haré otra película en seguida, esta vez en Barcelona, para el productor y
director Alfonso Balcázar.
-¿Cobrando más todavía que en las anteriores?
-Bastante más.
-Pero, ¿no tenías una exclusiva con Benito Perojo y
Cesáreo González?
-Tenía firmado contrato por cuatro
películas, a razón de una por año. De ellas hice ya “Carmen la de Ronda”, “Mi
Último Tango”, y esta que estoy acabando “Pecado de Amor”. La que falta la
haremos el año que viene.
-¿Quiere esto decir que has desechado tu idea de
hacer solamente un film al año?
-¡Hombre, es que si te ofrecen una
ocasión como ésta!
El director argentino Luís César Amadori prepara un ensayo con Reginald Kerman y Sarita Montiel. En el film "Pecado de Amor" la estrella canta varias canciones, incluso una en griego, país donde es popularísima.
En fin, por la noche, en el Salón Azul del Hotel
Castellana Hilton, fuimos testigos de la firma del más importante contrato
artístico del cine español. Un récord de Sarita, superado por la propia
estrella. Que para mayor satisfacción tuvo a su lado en el momento a su esposo,
Anthony Mann, recién llegado de Londres, donde dirige el montaje de “El Cid”.
Un buen mentis –verlos tan afectuosos- para los rumores que habían empezado a
circular.
A. de S.
EL RECORTE CCXLIII
Entre las mil anécdotas que debe entrañar un rodaje, el de "Pecado de Amor" propició en encuentro de dos paisanos de Campo de Criptana que se veían por primera vez. La diva conocía al famosísimo ciclista de la época Fernando Manzaneque. Lo recogía la revista Ondas en su número de 15 de Agosto de 1.961.
DOS
“BIZNIETOS” DE DON QUIJOTE…
SARA MONTIEL
Y FERNANDO
MANZANEQUE, LOS DOS MANCHEGOS FAMOSOS, SE HAN CONOCIDO EN MADRID
DURANTE TRES
AÑOS ESTUVIERON ENVIÁNDOSE TELEGRAMAS DE FELICITACIÓN SIN HABERSE VISTO
EN EL “TOUR”
DE FRANCIA MANZANEQUE HA RECIBIDO VARIOS MENSAJES DE ALIENTO DE SU PAISANA
Manzaneque espera a que Sarita termine el rodaje de unas secuencias.
Como dos molinos de viento, Sara Montiel y Fernando
Manzaneque, los dos manchegos famosos de la actualidad, han dado vueltas por el
mundo hasta encontrarse frente a frente por primera vez. Esto ha ocurrido en
Madrid hace pocos días. Después de nacer los dos en Campo de Criptana y de
alcanzar la fama por distintos caminos. La historia es bonita y sencilla.
Hace tres años, en Madrid, recibió Sara Montiel una
tarjeta. Ella triunfaba entonces en “La violetera”. En el cine Rialto se le
tributó un gran homenaje. Cuando abrió el sobre vio el nombre de Fernando
Manzaneque y estas palabras: “Tu paisano se suma al homenaje y se alegra de tus
éxitos”.
Así comenzó la amistad que ahora ha terminado con un
encuentro feliz. Fernando Manzaneque, cuando era un corredor principiante,
llevaba en la cartera una fotografía de Sara Montiel. Era de su mismo pueblo.
Los dos fueron niños entre las casas blancas de Campo de Criptana. Ella era
famosa y artista de cine. Él, un deportista ansioso de gloria. Quizá haya
pensado muchas veces en este momento de conocerse personalmente. De recibir
este abrazo que aquí se muestra al público por vez primera.
Sarita, con indumentaria de la época, en "Pecado de Amor"; Fernando, en traje de calle, mira casi extasiado a su paisana.
Han pasado los años desde que Sara y Fernando
iniciaron el ascenso hacia la fama. Los dos la han conquistado. En las
distintas etapas de cada uno, en los puntos y aparte de sus vidas, siempre
había un recuerdo del paisano. Si Manzaneque obtenía un triunfo sabía que en
seguida le llegaría un telegrama de Sara Montiel con el “mejor de los aludos de
tu paisana”. Lo mismo, cuando Sara regresó de sus jiras por América, cuando
estrenaba una película, una tarjeta de Fernando le enviaba un cordial recuerdo.
Lo más reciente ha sido el “Tour”. Manzaneque se ha
mantenido muchas jornadas en el segundo puesto. Cuando regresaba cansado al
hotel, había allí unas palabras que le llegaban desde España animándole a
continuar en la brecha. A defender el nombre de la Mancha.
El abrazo de amigos y de paisanos llegó por fin...
Estas fotografías que ilustran la información
corresponden a ese momento de la presentación. En realidad, no necesitaban
presentarse. Se sentaron el uno al lado del otro y hablaron largo y tendido.
Hablaron de cine, de bicicletas, de Campo de Criptana, de los familiares de
ambos que allí viven. Y cuando al despedirse desearon encontrarse en otro momento,
porque Sarita esa en pleno “rodaje” de su película “Pecado de amor”, se
abrazaron emocionados y los dos dijeron al unísono: “Hasta siempre”.
Texto y fotos:
Naylo
LA FOTO CCXLIII
Magda Beltrán consternada al ver que ya ha perdido a su hija.
Qué anécdotas tan bonitas, leí toda la página y quedé encantada.
ResponderEliminarSaludos desde Monterrey, México.